NO hAy nAdA qUE eNTenDer exCePTo eL orIGen

No entiendo a esas personas que dicen unas cosas pero piensan otras. Olívia vive en un mundo aparte de lasciva creatividad. Ha habido un asesinato en la calle del gato negro. Antes de ir me aseguraría de llevar la llave de su corazón. Y mientras perseguían sus sueños se toparon con una inmensa cabellera verde. Ni por esas callará. Anfibio es una palabra que no representa ningun concepto vegetal. Dentro de la sexta dimensión nadaremos con la luz de la luna que ahora baña ese lago. Ahora lo veo claro. Quien siembra vientos recoge el amor de un cuervo del crepúsculo. Unidad y control son las claves para organizarse bien. Entrendré al guardia mientras pasas por la puerta de los recuerdos de la anciana. En la celebridad de su mágia se encuentra el perdón de los grandes espiritus. Nadie le entiende mejor que tú. Tendremos que convivir con esto. Entre copa y copa de agua aguarda el guardian de la histeria.No hay excusas que valgan. Daría su vida por mi. El cúmulo de despropositos que presenta es enorme. Ra el dios egípcio velará por ti hoy. Entendamonos porque yo no quiero su piedad. Xenon es el material del que se tejen los sueños. Cabezas rodarán y sangres beberán los que en pie queden. Elévate como un ave en este cielo azul. Parió enmedio de un establo inmundo. Tendría que ser más inteligente para ganar la apuesta. Origami y libertad no son conceptos tan extremadamente diferentes creo yo. Examina su íntima actuación en el cuarto de los antiguos despojos humanos. Lame un helado en el camino que lleva a la gran casa del fondo del paisaje. Ondea la bandera en el cielo lleno de arreboles del atardecer. Rema con brío para llegar a su destino final. Índio era el hombre que se casó con la estrella más cercana a ti. Grandes las ideas que tuviste y pequeño el resultado que dieron. Entre una cosa y otra se han hecho las ocho y media. Nadie podría entender algo así...

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Se siente una atracción magnética irresistible hacia el interior de ese campo de cuento de hadas siniestras, que sinestésicamente toca una íntima tecla de la sensibilidad, inhibie los sentidos desconocidos, y descarga todo a la redonda.

Bailando en un cúmulo de incertumbres, piensa en si jamás se podrá levantar de su letrago, entre electrones de papel y mariposas de placer. Busca un enfoque con su cámara, gira el objetivo pero en rebosante sensación de ser observada, sus muñecas de flan tiemblan al compás de las técnicas melodías puntiagudamente cibernéticas.

En unos 80 dias su espíriu abandonará el cuerpo que sin cariño se pudre, acariciandose a si mismo, esas mejillas que aún se sonrojan por un altivo gesto de fuerza ante la debilidad que parece demostrar, desnuda ante el mundo, sonríe sin ganas, con ganas de abandonar esa punzada de oscuro placer que invade su karma.