Quien sabe si podremos ver luz más allá de este cañón de iones socialmente personales que giran a la velocidad de la antagónica oscuridad que se siente protagonista por una vez en su ¿vida?
Alguien que estaba de espaldas a mi en una fila de sombras me preguntó cuando duraba el tiempo, y le dije, que ya lo miraría detenidamente en el periódico de mañana, sin saber muy bien que estaba expresando.
La sonrisa de un vampiro aquella misma noche me aterró de tal forma que maté las ilusiones de un espacio del espacio y nunca más aparecí en la cola de los desaparecidos.
miércoles, 11 de marzo de 2009
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